"Llego tarde, llego tarde" - pensé. Si, había perdido el barco. El lunes debería estar de vuelta en Tenerife y ya no llegaría a tiempo. El viaje a Galicia había sido una pesadilla. Me imaginaba la cara de mi jefe en la oficina, preguntando donde estaba. No llegar tarde era todo lo que me preocupaba.
¿Porqué estas tan angustiado? - preguntó Lidia - Ahora por fin estamos juntos. Nos ha costado a ambos, pero por fin nos tenemos el uno al otro.